SAN VALENTÍN DESAFÍA A LA LOGÍSTICA DE LAS FLORES

Previous Next

Escucha el Artículo Aquí:

A pesar de la gran variedad de alternativas, las flores siguen siendo uno de los regalos más comercializados el Día de San Valentín. Pocos saben, eso sí, que ese sofisticado ramo de rosas rojas -el producto favorito en este fecha- probablemente viajó miles de kilómetros, debió cumplir con estrictos controles fitosanitarios y recorrió cielos o mares internacionales. Una verdadera hazaña logística, teniendo en cuenta que las flores son uno de los artículos perecibles más delicados y susceptibles de perder su calidad. ¿Cómo es este viaje y en qué condiciones se realiza?

Quizás no las recibes ni las regalas, pero seguro viste pasar -al menos- un ramo de flores, como regalo de San Valentín. En efecto, es uno de los productos más comercializados en el Día de los Enamorados y una de las tres fechas del año en que más se incrementa su venta, junto con el Día de la Madre y el 1 de noviembre.

Para cubrir esta demanda, el mercado local se abastece en su mayoría de importaciones y en menor medida, con producción nacional. Las importaciones provienen fundamentalmente desde Colombia y Ecuador, países líderes en la producción y exportación de flores de la región. A nivel mundial, ocupan el segundo y tercer lugar, siendo superados solo por Países Bajos.

EL MERCADO IMPORTADOR

En San Valentín, las flores preferidas son las rosas rojas de Ecuador y Colombia, no solo en Chile, sino en el mundo entero. Un clima estable, con luz solar durante todo el año y suelos de gran calidad son algunos de los factores que les permiten desarrollar características únicas, con colores más intensos y vibrantes, pétalos bien formados y una vida útil más extensa.

Latam Cargo -la principal compañía aérea en el transporte de flores de la región- señaló que durante la temporada San Valentín 2024 (18 de enero al 7 de febrero), transportaron una cifra histórica de 25.000 toneladas de flores desde Colombia y Ecuador, un 36% más que en la misma fecha del 2023.

Ricardo MadridDe ese total, 13.000 toneladas salieron desde Colombia y otras 12.000 desde Ecuador con destino a distintas partes del mundo. Eso sí, Estados Unidos y Europa concentraron casi el 70% de esta carga.

En esa misma temporada, Avianca informó que trasladó 18.000 toneladas de flores desde Colombia y Ecuador a Estados Unidos. En tanto, según los reportes de American Airlines Cargo, durante el 1 y 10 de febrero del 2024, transportaron 540 toneladas de flores, “principalmente desde Europa y América Latina, con destino a distintos lugares del mundo”.

Estados Unidos es, sin duda, un gran mercado para el rubro florícola. Este país por sí solo concentra casi el 75% de las exportaciones de flores de Colombia y cerca del 34% de las exportaciones de Ecuador. Y si bien, la participación de Chile en estos mercados es muy menor, en los últimos años se han explorado diversas opciones -tanto en variedades como en rutas- que pueden favorecer un mayor intercambio comercial florícola. Lo veremos a continuación.

DIVERSIFICACIÓN DE RUTAS

Aunque la vía área tiene gran relevancia en el transporte internacional de flores, en los últimos años la ruta marítima ha surgido como una alternativa factible, impulsada por innovaciones tecnológicas que permiten aumentar la longevidad de las flores cortadas.

Esteban Ibacache, importador de flores desde hace más de 20 años y dueño de RosaLinda, una de las florerías online más grandes del país, recuerda que “cuando Chile comenzó a importar flores lo hacía solo a través de la vía aérea. Pero ahora los costos y la logística se han regularizado, existe una ruta bien armada y un suministro regular a Chile, de modo que los costos marítimos son mucho más convenientes”.

En el caso particular de Ecuador, Ibacache menciona que los tratados de libre comercio entre ambos países han contribuido al intercambio comercial. El último de ellos es el Acuerdo de Integración Comercial Chile- Ecuador (ACE N°75) que entró en vigencia en mayo de 2022, con el objetivo de “profundizar las relaciones comerciales entre ambos países, facilitando el acceso a mercados, reduciendo barreras arancelarias y promoviendo la cooperación económica y comercial en diversas áreas”.

Esteban IbacacheRicardo Madrid, presidente de la Asociación de Floristas de Chile, coincide en señalar que el transporte marítimo de flores desde Ecuador y Colombia a Chile es completamente factible, desde hace un par de años. Desde su experiencia como importador para su empresa Mar y Sol, sostiene que es una alternativa mucho más económica, aunque no exenta de riesgos y dificultades.

“En San Valentín, normalmente aumentamos la carga importada. Pero este año, por ejemplo, había menos flores en Ecuador, por factores climáticos y otras coyunturas que han llevado a que existan menos flores disponibles para traer a Chile. Eso encarece los precios, porque la demanda en esta fecha es mundial y todos quieren las rosas rojas y luego otras flores, pero también rojas. Si compramos de otros colores, se vende muy poco en esta fecha”, comenta.

Y si la cadena de frío es importante en el transporte aéreo de flores, en la vía marítima es vital, considerando que el traslado desde Ecuador a Chile toma alrededor de una semana. Por eso es fundamental contar con cuartos fríos en las mismas “fincas” o predios agrícolas, desde donde se extraen y empacan las flores. La mayoría de ellas se encuentran ubicadas en las localidades de Pichincha y Cotopaxi, a unos 5 mil kilómetros de Santiago de Chile.

evento linkedin febrero

Luego, los contenedores son cargados en camiones refrigerados y transportados por vía terrestre hasta el puerto de salida -por lo general, el de Guayaquil- donde son transferidos al barco que los llevará a destino.

Para garantizar la calidad de las flores, lo ideal es que el contenedor esté lleno con un mismo tipo de producto. Como es difícil que una sola empresa logre llenar un contenedor completo, se consolidan pedidos de varias empresas, lo que requiere un proceso de coordinación previo y ajustado.

Una vez cargado el contenedor y con todo en regla, la carga se despacha al puerto de destino. En el caso de Chile, por lo general, son siete días hasta San Antonio. A eso hay que sumar un día, entre la descarga, la revisión del SAG y la validación final. “Los controles fitosanitarios son buenos en Ecuador. Sin embargo, siempre está la posibilidad de que se pase algo. Ante una mínima sospecha, el SAG envía a fumigar la carga, lo que implica la pérdida del producto, porque no hay seguros para esos casos”, comenta.

La cadena continúa en el lugar de destino. Desde San Antonio son trasladados en camiones hasta Santiago, lo que toma alrededor de una hora, siempre con un cuidadoso manejo. “En nuestro caso, la carga llega a las bodegas de AR Flowers Logístic, en Independencia, donde las cajas son almacenadas nuevamente en cuartos de frío, que tienen una temperatura ideal entre 0 y 5 grados. Y desde allí comienzan a ser distribuidas a mayoristas, florerías y supermercados”, explica Madrid.

Además de ser más económica, esta vía suele tener una menor huella de carbono.

PRODUCCIÓN NACIONAL

Tal como señalamos al principio, el mercado nacional también se abastece de una producción local -más bien modesta- que proviene principalmente de la zona central. Según el Censo Agropecuario y Forestal de 2021, la producción nacional de flores equivale a 1.595 Unidades Productivas Agropecuarias (UPA), que representan 956 hectáreas (ha). Las principales especies producidas en el país son Lilium, Crisantemos, Claveles, Astromelias, Gladiolos, Rosas, Gerbera y Tulipán, de acuerdo a Odepa.

En la zona central, la mayor producción florícola para consumo local se concentra en Hijuelas (región de Valparaíso), comuna conocida como “la capital de las flores” y declarada Reserva Mundial de la Biósfera por la Unesco, en 2009. Una menor cantidad se produce en localidades cercanas como Quillota, La Cruz y La Ligua. Más al sur, destaca la producción de variedades como tulipanes y peonías que han ido ganando terreno en los mercados internacionales.

FLORES PARA EXPORTACIÓN

Según la información proporcionada por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), en 2024, las exportaciones chilenas de flores ascendieron a 701.933 kilos, lo que representa un aumento del 51% en comparación con el año anterior. Los principales destinos fueron Estados Unidos (72,4%) y Holanda (25,7%).

Dos variedades llaman particularmente la atención. En primer lugar, la exportación de peonías que llegó a 646.584 kilos, un 66% más que el año anterior. Y, en segundo lugar, la exportación de tulipanes, que alcanzó 8.349 kilos, es decir, 41% más que en 2023.

A nivel mundial, la demanda de tulipanes es tan alta que la producción de Países Bajos no alcanza a satisfacer todo el mercado, lo que impulsó la búsqueda de otros lugares para su cultivo. En Chile, la Región de Los Ríos y en particular Osorno resultó ideal, no solo por su clima, la riqueza de su suelo y las condiciones fitosanitarias, sino también porque produce en la estación contraria a países con alta demanda, como Estados Unidos y Holanda. En 2024, las exportaciones chilenas de tulipanes aumentaron en 41% respecto del año anterior.

“Todos los bulbos tienen buenas condiciones para producirse en el sur del país. De hecho, los tulipanes que la Cámara de Comercio Chileno-Holandesa distribuyó el año pasado en un gran evento, provenían de la región de Los Lagos, es el mismo proveedor que tenemos en RosaLinda.

Ellos traen bulbos desde los Países Bajos, los llevan al campo chileno para que germinen y luego los devuelven a Holanda”, precisa Ibacache.

Otro bulbo que ha ganado terreno es la peonía, cuya producción se concentra en las regiones de Los Lagos, Araucanía y Magallanes, además de la zona de Curicó. La diversidad climática y geográfica de Chile permite una producción escalonada de peonías desde octubre hasta enero, lo que facilita su exportación al hemisferio norte durante períodos de alta demanda, como las festividades de fin de año y el Día de San Valentín.