Una de las postales que nos ha dejado la pandemia por Covid-19 es el de estanterías vacías y largas filas para adquirir bienes de primera necesidad, en las cuales se evidencia –sobre todo- el estrés social que estos nefastos fenómenos tienen en las personas. De ahí que garantizar el abastecimiento interno sea –para los gobiernos afectados por la crisis- una tarea ineludible.
Pero, ¿cómo se logra garantizar el abastecimiento en un esquema fracturado, restringido y hostil? la respuesta se encuentra en la integración e identificación de aquellos actores esenciales para garantizarlo, entre los cuales se cuentan los Operadores Logísticos, partners estratégicos de diversas industrias y cuyo músculo operativo es hoy más necesario que nunca.
A medida que los efectos sanitarios de la pandemia de Covid-19 continúa profundizándose y expandiéndose a diferentes latitudes, las restricciones aplicadas a las poblaciones para detener la propagación del virus, entre las que se cuentan: las cuarentenas, cordones sanitarios, el cierre de comercios y las prohibiciones de viajes, han producido consecuencias masivas para la economía mundial. Los datos para medir estos efectos aún no se contabilizan del todo, aunque expertos a nivel mundial aseguran que tanto las pérdidas humanas como los costos económicos y sociales serán mucho más altos de lo imaginado, al tiempo que múltiples dimensiones de la crisis se irán visualizando en el tiempo, dimensiones sin precedentes y absolutamente desconocidas.
Así, entre las principales preocupaciones de los gobiernos de las naciones afectadas por la pandemia, se cuentan no sólo la disponibilidad y fortalecimiento de sus respetivos sistemas sanitarios, sino también, la puesta en marcha de diversas medidas, legislaciones y normativas que apunten a proteger el empleo, la economía y el bienestar general de la población, siendo este último factor multidimensional, ya que –en tiempos de pandemia- la incertidumbre social se exacerba en muchos niveles, sobre todo en lo relacionado a la adquisición a bienes esenciales como alimentos y otros productos de primera necesidad, o el simple acceso a servicios básicos como la electricidad.
El caso chileno no es una excepción, así lo han expuesto académicos de la Universidad de Chile, lo que han estimado que desde el anuncio de la Fase 4 de la pandemia en el país y la declaración de Estado de Catástrofe Nacional, que acarreó medidas como el cierre de fronteras, la suspensión de clases en todo tipo de establecimientos educacionales, cuarentenas obligatorias, toque de queda, el cierre de comercios, entre otras; los niveles de estrés social han aumentado considerablemente; lo que implica el despliegue de conductas de “supervivencia” entre las personas, basadas en el miedo.
Entre las conductas descritas por los académicos, sobresale el sobreabastecimiento. En este punto, la académica del Departamento de Psicología, Vanetza Quezada-Scholz, explicó que “las personas compran más de lo que necesitan porque les otorga una sensación de seguridad, siendo una forma activa para regular el miedo y la ansiedad frente a una amenaza de la cual sabemos poco o nada. La incertidumbre frente a Covid -19 facilita y acelera el comportamiento evitativo. Estos pueden resultar desmedidos, o incluso generar situaciones de sobre exposición sin considerar riesgos”, destacó.
De ahí que Quezada- Scholz, estimara que considerar factor psicológico frente a la contingencia actual es esencial para las autoridades, “ya que permite detectar señales de amenaza que llevan a las personas a pensar que el contagio y la privación se hacen una realidad cada vez más probable. El miedo y la ansiedad surgen como respuestas naturales. Por ello, tener la posibilidad de quedarse en casa y estar bien abastecido permite disminuir estas emociones”, agregó la investigadora.
Como se aprecia, el garantizar el abastecimiento y /o provisión de bienes hacia la población en tiempos como el que atravesamos tiene implicancias sociales profundas, que van mucho más allá de lo meramente económico; y en principio, es tarea de los gobiernos poner en funcionamiento las medidas necesarias para evitar el desabastecimiento interno, promoviendo medidas de facilitación para el comercio exterior y garantizando a los actores del comercio, a los productores, a la industria y a los múltiples actores del sector logístico local las condiciones para seguir operando.
DE LO “ESENCIAL”
¿Cómo garantizar el abastecimiento de bienes “esenciales” a la población? Es por tanto, una de las primeras y decisivas interrogantes que los gobiernos de las naciones afectadas por la pandemia deben responder tempranamente. Pero, el “cómo” implica un desafío no menor, sobre todo en el actual contexto, en el cual las restricciones de desplazamiento surgen como el gran escollo a sortear.
Es justamente esta complejidad la que han abordado expertos a nivel mundial; aduciendo que si bien las cadenas de suministro globales se han visto profundamente exigidas, siguen funcionando; por lo cual, efectos como el de “las estanterías vacías” se debería, principalmente a una deficiente estrategia de abastecimiento interno o local.
En este contexto, Juergen Voegele, Vicepresidente de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial ha sostenido que “en todo el mundo, vemos a consumidores que realizan compras precautorias porque están preocupados por el futuro y desean abastecerse para alimentar a sus familias, ejerciendo una presión excepcional sobre ciertos productos; y muchas cadenas de suministro –a nivel local- todavía no son capaces de reorientarse hacia estos nuevos patrones de consumo”.
Si consideramos lo expuesto por Voegele, tenemos que para garantizar el abastecimiento interno en el actual contexto, marcado por las restricciones de desplazamiento, es necesario visualizar la operativa completa del esquema de suministro de diferentes bienes y servicios, considerar a cada uno de los actores que intervienen en cada uno de los procesos que permiten que una mercadería llegue hasta la góndola de un supermercado o a la puerta de un consumidor.
Atendiendo a este imponente desafío, tempranamente, Basil Pietersen el presidente de FIATA, organización no gubernamental integrada por asociaciones gremiales del rubro supply chain que representan a más de 40.000 empresas de transporte y Operadores Logísticos a nivel mundial, hizo un llamado a todos sus miembros a tomar un rol activo y participativo en la generación de normativas relacionadas al abastecimiento interno y al comercio exterior en sus respectivos países, instándolos a unirse y transmitir un mensaje, claro y conciso, a sus respectivos gobiernos nacionales: “los agentes de logísticos son fundamentales para el renacimiento de cada economía y deben estar en el corazón de lo que se requerirá en la reforma de facilitación del comercio exterior y del abastecimiento interno”.
De las palabras de Pietersen, se desprendía una realidad a estas alturas ineludible “el papel de los miembros de los agentes logísticos es garantizar el suministro de alimentos y las necesidades básicas para las comunidades, economías y sus ciudadanos afectados por Covid-19”, sosteniendo que en la lucha logística que se avecinaba, todos los actores del rubro eran un componente clave.
ABASTECIMIENTO GARANTIZADO, LA PROMESA CHILENA
El pasado 3 de Marzo, tras anunciarse la Fase 4 de la pandemia en Chile; entre las diversas acciones anunciadas por el Presidente de la República, Sebastián Piñera; una declaración cobró una alta relevancia entre la población: “la cadena de abastecimiento y producción funciona con normalidad”.
La afirmación expuesta por la máxima autoridad de gobierno, con el correr de los días se trasformó en una suerte de promesa hacia los consumidores para evitar el sobreconsumo y otras conductas con base en el miedo; No obstante, también existiría una suerte de promesa subyacente, hacia los actores del comercio, de la producción, de la industria y servicios catalogadas como “esenciales”, a quienes debían entregárseles las condiciones para seguir operando en el nuevo esquema; una tarea nada fácil, sobre todo si se considera que sólo a nivel logístico, el abastecimiento de bienes y servicios “esenciales” implica mucho más que el transporte de bienes de un punto a otro.
En la medida que el desafío se visualizaba, la discusión de “lo esencial” cobró relevancia entre los actores de diversos sectores del comercio y sus partners logísticos. En tiempos de pandemia, ¿qué tan esencial es el transporte, almacenamiento y distribución de vestuario o equipos tecnológicos, versus el de insumos médicos, alimentos, y artículos de higiene? ¿Se debe restringir el desplazamiento de mercaderías “no esenciales”? Las preguntas expuestas pueden resultar fácil de responder, y resulta igualmente fácil asumir que se debe dar prioridad a los tipos de carga “esencial” para el combate frente al Covid-19. Sí, parece fácil, pero en rigor no lo es.
En este contexto, Cynthia Perisic, Gerente General de la Asociación Logística de Chile, entidad que reúne cerca del 80% de las empresas del rubro a nivel país, indicó que para dar garantías en torno al abastecimiento interno, la clave estaba en identificar concretamente a aquellos actores de los rubros esenciales para esta tarea y entregarles garantías para operar.
La discusión, según Perisic, no debía centrarse en los bienes “esenciales” o mejor llamados “bienes de primera necesidad”, indicando que “para garantizar el eficiente flujo y abastecimiento de bienes sanitarios (farmacéuticos) y aquellos catalogados de primera necesidad, era necesario garantizar también, el flujo de la carga general (suntuaria), desde las terminales portuarias y aeroportuarias hasta sus Centros de Distribución; a fin de descomprimir las operaciones en dichos recintos, ya que de no ser así, deberían asumir el acopio de este tipo de mercancías en sus instalaciones, ocasionando un colapso de grandes magnitudes; situación que en el actual contexto debía evitarse”.
Según lo expresado por Perisic, cuando se trata del abastecimiento interno y el eficiente flujo logístico resulta determinante tener en cuenta a los Operadores Logísticos, actores que son profundamente determinantes en el transporte, almacenamiento y distribución de todo tipo de mercancías a nivel país. “En una primera instancia, los trabajadores de este rubro no estuvieron contemplados en los Instructivos para Permisos de Desplazamiento elaborados por la autoridad Gubernamental, una situación que como Asociación pusimos en la discusión ante Los Ministerios de Transporte e Interior a fin de que se corrigiera, ya que estas empresas y sus trabajadores son “esenciales” para garantizar el suministro de diversas mercaderías para diversas industrias y consumidores a nivel país. En esta tarea, nos enorgullece decir que fuimos escuchados, y el rol de los OL es reconocido como esencial en la práctica”.
LA VOZ DE LOS OPERADORES
Consultado respecto a cómo evalúa el manejo de las autoridades en torno a garantizar o facilitar el abastecimiento de bienes y servicios a nivel país, Ignacio Alcalde, Gerente General de TW Logística, Operador 4PL, ligado al rubro del consumo masivo, tecnología, farma y productos peligros, sostuvo que “el Instructivo para Permisos de Desplazamiento generado por la autoridad ha sido muy valioso ya que ha definido a todos los actores de la industria como “esenciales”. Al definir a la actividad logística y a sus actores como esenciales ha dado una señal clara de que se ha tomado en serio la promesa de abastecimiento en el país. No obstante, me parece que inicialmente faltó un poco de proactividad para definir bien cómo sería el sistema de tránsito de las personas que trabajan en los rubros esenciales, aunque creo que en una crisis tan grande como la que atravesamos esta problemática se ha superado paulatinamente y a nivel logístico no se han producido grandes situaciones de quiebre o desabastecimiento en ninguna línea de productos a nivel nacional”.
Por su parte, Lucas Ballivian, Gerente Comercial de EIT Logística, indicó que “en el tiempo la autoridad ha ido perfeccionando los protocolos e instructivos de desplazamientos, lo que nos indica que han tomado en consideración la importancia del abastecimiento en el cual nosotros, como Operadores Logísticos, tenemos un rol determinante. Sentimos que la autoridad a entendido el alcance del desafío del abastecimiento interno, brindando a todos los actores de la cadena de abastecimiento la posibilidad de operar, considerando no sólo las operaciones relacionadas a los productos de primera necesidad, sino también, la de todo tipo de productos, pasando por las operaciones en las terminales de carga, bodegas, centros de distribución, integrando a todo el sistema. Esto nos indica que las autoridades han sido muy receptivas a escuchar a nuestra industria, con el firme propósito de que la cadena de abastecimiento general no se interrumpa, que las cargas sigan llegando al país, que sigan llegando a los centros de distribución para asegurar los stocks para garantizar la demanda actual y futura”.
En este contexto, Ballivian sostuvo que “desde el inicio de la crisis sanitaria, nos hemos venido preparando, monitoreando la situación externa y conociendo la experiencia de otros países, lo que nos permitió entender el escenario que íbamos a enfrentar”, una labor que según el Gerente Comercial de EIT Logística es obligada. “La planificación y la gestión es vital para los Operadores Logísticos cuando se está frente a eventos disruptivos como el que enfrentamos, debemos estar preparados para la contingencia, ser flexibles ante el cambio de las reglas y dinámicas del juego, con el objetivo de poder brindar a nuestros clientes el apoyo que van a requerir para enfrentar la crisis. Este es un tremendo desafío y es lo que distingue el trabajo de los OL, ya que hoy más que nunca las empresas requieren partners logísticos flexibles que tengan la capacidad de implementar procesos nuevos en tiempos cortos y con rápida respuesta de cara a sus clientes”, sostuvo.
En torno a la percepción ciudadana en torno al rol de la actividad logística a nivel nacional, Alcalde manifestó que “hay una parte de la logística, que es la que llega a la puerta de la casa de las personas que sí está siendo muy valorada, hoy en día el aumento de los despachos hasta el cliente final, a través de los canales e-Commerce que hoy han tenido un fuerte aumento, está siendo muy valorado por la ciudadanía y la gente al final del día sabe que esto representa un esfuerzo logístico importante que va en su directo beneficio”.
Sobre este punto, Ballivian sostuvo que “hoy en día se da un fenómeno bastante curioso alrededor de la logística y todo lo que ha generado esta contingencia, y es que efectivamente se ha visibilizado mucho más la operación de la cadena de abastecimiento completa, desde las importaciones, pasando por el almacenamiento y distribución de los bienes de consumo, y esa visibilidad ha hecho que la logística sea para las marcas el nuevo marketing”.
Al punto, el Gerente Comercial de EIT Logística manifestó que hoy en día las marcas y comercios no se están diferenciando sólo desde el punto de vista comercial, sino que también a través de la logística, que se alza como una actividad clave para la creación de valor. Hoy un producto con buena logística es altamente valorado por el cliente o consumidor final. “Lo vemos en el ciudadano de a pie que está entendiendo el impacto de los procesos logísticos en su vida cotidiana y para nosotros como operadores resulta reconfortante saber que hoy nuestro rubro es reconocido por su valor estratégico”.
En tanto, en torno a las brechas que aún subsisten en materia logística, Ignacio Alcalde, quien también es miembro del Directorio de Alog Chile, hizo hincapié en la seguridad de la carga, argumentando que “se está viendo un aumento en los robos de camiones y de carga en las carreteras, lo que es muy delicado y esta es una materia que las autoridades de gobierno deberían abordar rápidamente”.