Desde siempre, la logística y la innovación han ido de la mano. Este es un axioma por mucho conocido y que durante los últimos años ha marcado al un sector que precisa de agilidad y eficiencia para satisfacer a sus clientes y a los consumidores finales. ¿Cómo avanzó nuestro país en este cometido? y ¿cómo se avizora el mercado para 2023?, veámoslo a continuación…
La adopción de procesos automatizados a nivel intralogístico se posiciona como una tarea obligada para las empresas de los más diversos rubros y para los actores que brindan servicios 3PL. De hecho, de cara a 2023 (y el futuro) no existe análisis o reporte de tendencias que no ubique a la automatización intralogística o a la digitalización de procesos entre las directrices que regirán los destinos del sector logístico.
¡De muestra, un botón! Sólo en 2022, las más prestigiosas consultoras del ámbito Supply Chain han coincidió con la tendencia expuesta. Gartner, por ejemplo, ha sostenido que para 2026 el 75% de las grandes empresas habrá adoptado alguna forma de robots inteligentes para la automatización de los procesos logísticos. Lo propio concluye PwC, aseverando que la digitalización en la industria logística podría reducir hasta en un 47% los costos del rubro, de aquí al año 2030; a lo que podemos agregar lo reportado por la consultora MarketsandMarkets, que proyecta que el mercado de la automatización logística crecerá alrededor de un 10% anual, hasta superar un volumen de negocio de 88.000 millones de dólares en 2026.
A partir de lo expuesto, no es fútil afirmar que la optimización de las operaciones intralogísticas se torna inminente; ello considerando que a los Centros de Distribución (CD) son áreas estratégicas para las empresas, donde se gestionan todas las variantes entre el flujo de abastecimiento y la demanda (de materias primas o de productos), por lo cual su eficiente operativa repercute directamente en los tiempos de respuesta de cara a los clientes (y consumidores) y, por cierto, en la rentabilidad del negocio.
Ahora bien, mientras a nivel global la implementación tecnológica intralogística avanza, cabe preguntarse acerca de la realidad nacional al respecto. A fin de conocer el actual “estado del arte” en materia de innovación y penetración tecnológica a nivel intralogístico en nuestro país, Revista Logistec convocó a expertos de tres renombradas empresas proveedoras de tecnologías para la logística, nos referimos a Guillermo Arancibia, gerente comercial de Jungheinrich Chile; Carolina Vásquez, gerente general y cofundadora de STG Chile y Bernardo Ossandón, gerente de la División Automatización en Mindugar; quienes -además- nos presentaron sus proyecciones para 2023.
¿CÓMO HA AVANZADO LA INTRALOGÍSTICA CHILENA?
Consultados respecto al avance en la adopción de tecnologías para las operaciones intralogísticas en el país, Bernardo Ossandón abrió los fuegos, manifestando que “durante 2022 se evidenció un sólido aumento en la aceptación y adopción de tecnologías innovadoras que por mucho tiempo eran resistidas, básicamente por la poca experiencia que existía en el país respecto de su implementación. No obstante, en la medida que (los líderes Supply Chain) fueron comprendiendo su uso, estimando apropiadamente los costos de inversión y los beneficios esperados, vimos un importante avance en el uso de nuevas tecnologías, tales como las soluciones robóticas y de picking automatizado. Además, asistimos al nacimiento de los primeros micros fulfillment centers en el país, de manera que tecnologías y procesos que se venían aplicando en Estados Unidos y Europa ya son una realidad en Chile”.
En concordancia con lo expuesto por Ossandón, Guillermo Arancibia sostuvo que “durante 2022, ha habido un interés cada vez mayor en torno a la puesta en marcha de proyectos de implementación tecnológica, ya sea de automatización o robótica, por lo que, en 2023, se proyecta un crecimiento (en la tendencia) a raíz de múltiples factores, entre los que destaca la maduración de los proyectos e-Commerce que vienen a impulsar la adopción tecnológica en el país”.
En tanto, desde una mirada holística, Carolina Vásquez manifestó que en la actualidad las organizaciones están buscando tecnologías que cubran los diversos problemas existentes, desde la planificación de la demanda, fabricación, mejoras en los tiempos de respuesta (a nivel intralogístico y de última milla) y calidad de productos que saldrán al mercado”. En esta línea, la ejecutiva agregó que las soluciones de planificación de demanda, por ejemplo, son obligatorias bajo el escenario que enfrentamos en la actualidad, argumentando que “las compañías necesitan saber cuántos productos deben tener y en qué tiempos, ya que en función de eso coordinan con sus proveedores todos los productos que se requieren en determinado momento para cumplir con los objetivos”.
Ahora bien, en torno a las operaciones Intralogísticas, la ejecutiva de STG Chile destacó el avance en la implementación de tecnología de voz y Pick to Light para los procesos de picking, que permiten a los operadores “ser más rápidos y cumplir con los tiempos de trabajo y la demanda”; relevando – a su vez- la adopción de soluciones robóticas, las que en su opinión “atienden las necesidades de automatizar los procesos para complementar la fuerza del trabajo humano”.
Coincidentemente, la ejecutiva de STG apuntó al avance del comercio electrónico como uno de los impulsores en la conducta de mayor adopción tecnológica en el rubro logístico chileno, asegurando que, durante 2022, “las compañías se han enfocado en la adopción (tecnológica), en la digitalización de sus procesos, en respuesta a la evolución que ha tenido el e-Commerce y que ha llevado a las empresas a mejorar toda la cadena de suministro”, agregando que “los últimos años han sido, sin duda, de grandes avances tecnológicos para la industria logística y de la cadena de suministro a nivel general. Si bien los niveles de implementación varían entre empresas, hemos visto un gran avance en la transformación tecnológica del sector”.
¿QUE NOS DEPARA EL 2023 Y EL FUTURO?...
Como es sabido, los líderes supply chain y los “tomadores de decisiones”, deberán enfrentar un 2023 complejo, marcado por la inflación, la inestabilidad geopolítica mundial, las problemáticas medioambientales, la baja en el consumo y la escasez de recurso humano calificado para la industria, por sólo mencionar algunos “factores disruptivos”. A partir de lo expuesto, cabe preguntarse si este “impulso tecnológico”, que ha experimentado la actividad logística chilena en el último periodo, decaerá o se mantendrá, debido a estas presiones que también afectan al mercado local.
Ante la interrogante, Carolina Vásquez sostuvo que “la evolución de las implementaciones tecnológicas, ciertamente, van en función de la realidad de cada país, esto porque son parte de una necesidad local. Hemos presenciado mucha transformación producto de la pandemia y sus consecuencias a nivel mundial. Pero también tiene que ver con la preparación de las compañías para enfrentar diversos escenarios políticos y económicos a nivel mundial”.
Atendiendo a lo dicho por la ejecutiva, saber ¿cómo se proyecta el 2023 en materia de inversión tecnológica en el rubro logístico? Es una pregunta obligada. Al respecto, Vásquez afirmó que “para el próximo año, las empresas se centrarán en qué tan óptimos son los retornos de la inversión tecnológica a implementar”, agregando que “sin duda las compañías van a crecer. Habrá proyectos de innovación como robotización, automatización, mejora de productividad y de sus plataformas, producto de incentivos, ya que estos proyectos tienen un buen Retorno de inversión (ROI)”.
De forma concatenada, Guillermo Arancibia, evaluó que -para el año que se avecina-, debido al escenario económico, existirá una mayor precaución de parte de los tomadores de decisiones al momento de evaluar los costos de inversión y ejecución de implementaciones de automatización. No obstante, el ejecutivo enfatizó en que, si bien existirá mayor precaución, estas inversiones seguirán avanzando. “Las empresas están alertas frente a la inestabilidad de las condiciones futuras y eso hace que se retraiga los proyectos para observar el comportamiento del mercado. Pero, a pesar de esto, las inversiones no retrocederán”. ¿A qué se sustenta esta afirmación?, según lo expuesto por Arancibia, este tipo de inversiones resultan esenciales para a continuidad del negocio, sobre todo en el contexto actual en el cual se registra una creciente escasez de recurso humano; destacando -además- que este tipo de inversiones implican un ROI de corto plazo”. De hecho, el ejecutivo de Jungheinrich enfatizó en que uno de los axiomas que distingue a la inversión tecnológica para procesos logísticos es que “el ROI debe ser rápido”.
Ahora bien, en lo referido a la escasez de RR.HH., también considerado un “driver” para la inversión tecnológica, Arancibia afirmó que reducir la dependencia de la mano de obra es un tema importante para las empresas ya que afecta a la continuidad del negocio, agregando que implementación de nuevas tecnologías no debe verse como una amenaza para las personas, sino como una oportunidad transformadora. “La política no debe apuntar a la menor implementación tecnológica, sino a la especialización y transformación de la mano de obra a fin de que puedan atender y dar soporte a estos sistemas automatizados el día de mañana”.
Siempre en torno al factor humano, Bernardo Ossandón apunto a la competitividad y productividad en lo referido al futuro de las implementaciones tecnológicas en la industria logística. En este plano, sostuvo que “durante los últimos años, las empresas han decidido automatizar procesos debido a varios factores que se mantendrán vigentes en 2023, siendo los más relevantes el aumento en el costo de la mano de obra y la gran proliferación de SKUs y órdenes de compra que hace prácticamente imposible mantener una operación manual”.
En este punto, Ossandón manifestó que, en el actual escenario nacional, “existe incertidumbre debido a los posibles efectos de Reforma Tributaria, la Reforma Previsional y por la ley de 40 horas, por ejemplo, las que tienen directa relación con el costo de la mano de obra. Por otro lado, tenemos que Chile es un mercado pequeño, donde la competencia es feroz, por lo tanto, las empresas deben ser eficientes de cara a sus clientes y al consumidor final”, de ahí que la inversión tecnológica sea una tendencia en alza para la industria logística, a pesar del contexto económico y a raíz del mismo.
¿y qué pasa con el costo de estas implementaciones? Para Ossandón, el ROI es eficiente en este tipo de implementaciones. “El inversionista es inteligente y evalúa de antemano aspectos como el retorno de la inversión. Y si bien, los precios de materiales como el acero y los materiales electrónicos han subido (debido al contexto mundial) lo cierto es que se trata de un factor tangencial en el que tiene mucho que ver la experiencia del proveedor. Lo importante para el inversionista es ganar competitividad y eficiencia para poder competir y, a nivel intralogístico, automatizar, sobre todo aquellos procesos repetitivos, es el paso a seguir”, sostuvo Ossandón.
A partir del análisis propuesto por los expertos entrevistados, cabe una reflexión final respecto a la mayor penetración de tecnologías para los procesos intralogísticos y, en general, para todos los procesos que abarca la cadena de abastecimiento. En este punto, cabe destacar que el avance tecnológico que la industria logística chilena ha evidenciado, también se asienta en el interés innovador que las propias empresas proveedoras de este tipo de soluciones han desplegado. En este contexto, la interesante oferta que el mercado actual ofrece a las empresas de los más diversos rubros y tamaños es, también, un agente relevante en el cambio de paradigma que las operaciones intralogísticas nacionales están experimentando.