REFRESH AL TRANSPORTE TERRESTRE DE CARGA: INSEGURIDAD Y LA ESCASEZ DE CONDUCTORES, LOS GRANDES TEMAS PENDIENTES

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Las rutas del país son inseguras, los transportistas están expuestos y exigen soluciones. Mientras, en el intertanto, de forma socavada, otro tema aún más complejo subyace: La falta de conductores profesionales, debido a la falta de renovación generacional, entre otros factores. Ante estas problemáticas, es importante alzar la voz una y otra vez, ya que ponen en serio y virtual riesgo el presente y el futuro de nuestras cadenas de suministro internas y del comercio exterior que rige nuestra economía.

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Es sabido que en el despliegue de las operaciones de comercio exterior y de abastecimiento interno en el país los actores del transporte de carga terrestre por camión son entes protagónicos. También es sabido que, en el último tiempo, dichos actores han manifestado al gobierno y a la opinión pública su preocupación respecto a importantes problemáticas que afectan a su performance, diariamente, siendo la principal de ellas, la seguridad en las rutas, razón por la cual – en la actualidad, los camioneros se rehúsan a activar el tercer turno (nocturno).

Cabe destacar que la problemática de la seguridad en las rutas y puntos de acopio y almacenamiento de carga no sólo es una realidad que relevan los transportistas, sino también otros gremios del sector logístico y de comercio exterior, tales como Camport y ALOG Chile, de hecho, de acuerdo a cifras levantadas por la Asociación Logística, el robo de mercancías en tránsito, durante 2023, se incrementó en un 27%, al tiempo que otros aspectos en materia delictual se han diversificado, desarrollándose ilícitos más violentos y con un mayor nivel de ”profesionalismo”.

En esta línea, otra de las problemáticas que el sector ha relevado ante las autoridades es la escasez de conductores, una problemática de corte mundial y que a nivel nacional preocupa y ocupa a los actores del sector, dado que aspectos como la inseguridad de la actividad repercuten en el desarrollo y retención del talento para el sector del transporte de carga carretero. Al mismo tiempo, aspectos como la incorporación de mano de obra extranjera para minimizar la escasez de conductores profesionales o la burocracia en los procesos de homologación de permisos de conducir son factores que considerar en torno a la problemática expuesta.

¡MÁS SEGURIDAD! LO QUE TODOS QUIEREN

En marzo de este año, representantes del Consejo Superior de Transportes (CST) y de la Federación de Camioneros del Sur (Fedesur) presentaron a la Comisión de Obras Públicas de la Cámara de Diputadas y Diputados, alarmantes cifras respecto a robos de cargas. De acuerdo con los voceros, al año se registran 300 robos de camiones en todo Chile.

Durante la presentación en el Congreso, el presidente de Fedesur, Carlos Bretti, sostuvo que “basta que a una pequeña empresa de transportes le roben una o dos cargas de alto tonelaje, avaluadas en cerca de 200 millones de pesos para que ese transportista quiebre y no pueda seguir funcionando”. En la misma línea, el presidente del Consejo Superior de Transportes, José Sandoval, sostuvo que (la inseguridad) “es una situación insostenible para el rubro”, agregando que “el principal afectado con los robos es el conductor, que ve en riesgo su vida cuando es asaltado, golpeado o incluso asesinado”.

En la instancia, el representante del Consejo Superior de Transportes también indicó que “estamos en el peor de los mundos, ya que por un lado las aseguradoras no nos quieren contratar pólizas por el alto riesgo que supone hoy transitar por las rutas del país, o nos cobran montos muy elevados; y por otro, tenemos a un Estado absolutamente incapaz de frenar el avance de la delincuencia y el crimen organizado en el país, quedando los transportistas en la más absoluta indefensión”.

Siempre en torno a la seguridad de las rutas en Chile y el fenómeno criminal que hoy asola al sector, uno de los temas que ha destacado es la necesidad de regular la inmigración a nivel nacional a fin de evitar el ingreso de agentes de bandas criminales al país. Esta problemática fue ampliamente difundida en mayo pasado por la Confederación Fuerza del Norte (CTFN) y agrupaciones independientes de transportistas nortinos, mismos que iniciaron -en dicho mes- una paralización que se extendió por tres días. En concreto, la agrupación camionera exigía el cierre de fronteras en todo Chile y acceso restringido de inmigrantes, a fin de evitar el ingreso de personas con antecedentes penales, al tiempo que solicitaban que se decretara Estado de Excepción Constitucional de Emergencia en la zona, entre otras materias.

Si bien a la movilización no adhirieron otros importantes conglomerados gremiales tales como Fedequinta, la Confederación Nacional de Transporte de Carga (CNTC) ni por la Confederación Nacional de Dueños de Camiones de Chile (CNDC), el tema de la seguridad en las rutas norteñas y en el resto del país, logró imponerse en la agenda nuevamente, sobre todo porque todos los gremios del transporte coinciden en que la situación de inseguridad en las rutas del país es crítica.

En torno a la problemática expuesta por la CTFN cabe destacar lo reportado por el Banco Mundial, respecto al actual fenómeno regional de robos a la carga. De acuerdo con el Banco Central, “la seguridad logística tiene un importante componente regional. Dado que, en la actualidad, las bandas delictivas que actúan sobre el transporte terrestre no reconocen fronteras y están continuamente moviéndose en busca de zonas con menores niveles de seguridad donde su accionar se vea facilitado”, aseveración que deja de manifiesto la necesidad de articular acciones de prevención de carácter internacional.

En este plano, la entidad mundial insistió en que en la actualidad se subestima la problemática de la inseguridad del transporte terrestre a nivel regional. Al respecto, indicó que hoy es "complicado estimar las dimensiones reales de las pérdidas económicas a raíz del robo de mercancías a nivel mundial, sin embargo, algunos estiman que el robo de carga en el transporte terrestre representa pérdidas anuales de alrededor de los USD $53 billones. También, a partir del desconocimiento a profundidad de la situación y de datos confiables, usualmente, la atención a estos casos se presta con baja prioridad de las autoridades y los costos son vistos como propios de la operación logística de los dueños de dicha mercancía”.

Lo expuesto por el Banco Mundial también ha sido reivindicado por entidades gremiales nacionales como Camport, que en 2023  declaró que “sentimos la urgencia de contar con una iniciativa de colaboración público- privada que permita garantizar la seguridad de las personas que participan en el sector, junto con mejorar los controles de acceso y salida de la carga por los puertos del país”, agregando que “es crucial dar prioridad a un trabajo conjunto para evitar que el crimen organizado y el narcotráfico siga empleando las fronteras marítimas para su actividad delictual”.

De acuerdo con la declaración de la entidad, el país necesita mejorar en forma ágil y eficiente la seguridad y el control del tráfico de sustancias ilícitas mediante esquemas de cooperación público-privada, junto con la implementación de medidas que otorguen mayor seguridad a la operación de las cadenas logísticas”. “A su vez, indicó la entidad- el transporte terrestre de carga debe ser protegido de robos e interceptaciones, de modo de que pueda operar en modalidad 24×7, esto es, recuperar el tercer turno (nocturno) de transporte de carga mediante camiones.

De lo expuesto por los expertos, queda de manifiesto que la falta de seguridad y garantías influye directamente en costos operacionales, incremento en tiempos, desfase de inventarios, entre otros procesos que, a la final, aumentan los precios de los productos de cara al cliente/consumidor y hace que las compañías sean menos competitivas en sus mercados, y a nivel internacional; sin mencionar el riesgo vital que hoy enfrentan miles de transportistas en todo el país.

ESCASEZ DE CONDUCTORES

“La falta de conductores profesionales de camiones se duplicará en 2028 después de haber vuelto a aumentar en 2023 en todo el mundo”, esta es una de las conclusiones extraídas desde el informe sobre esta cuestión presentado por la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU, por sus siglas en inglés), en el que participaron más de 4.700 empresas de más de 30 países de América, Asia y Europa.

Si bien el análisis no facilita datos desglosados por cada país, sí apunta a que la ausencia de profesionales en este campo deja actualmente más de tres millones de puestos sin cubrir, lo que supone el 7% del total de empleos de conductor de transporte de mercancías. Según la OITC, las previsiones apuntan a que se alcancen hasta los siete millones de puestos sin cubrir dentro de cinco años en los países analizados.

Chile, no está ajeno a la realidad expuesta por la OITC, dado que – según han documentado los gremios del transporte- a la fecha existiría al menos un déficit de de 20 mil conductores de camiones para trabajar en logística terrestre, lo que representa una situación grave, debido a sus efectos en el desempeño de la cadena de suministros a nivel nacional e internacional.

A la presentación del estudio, el secretario general de la OITC, Umberto de Pretto, afirmó que “los problemas estructurales que subyacen a la escasez de conductores de camiones siguen afectando a los servicios de transporte y urge a actuar ya, dado que el índice de nuevas incorporaciones es significativamente inferior al de conductores que se jubilan cada año”.

Las consecuencias de esta situación, afirmó De Pretto, “ya están perjudicando a las cadenas de suministro y a las economías que dependen de nuestra industria”. De hecho, el informe apunta a que, en el corto plazo, los servicios de transporte por carretera aumentará de precio, las disrupciones en la cadena de suministro también se acrecentarán y la mano de obra cualificada disminuirá para dar paso, a más largo plazo, a una aceleración de automatización del trabajo, que acelerará aún más si cabe la escasez de conductores.

¿Cómo abordar, entonces, esta dramática situación? Según la entidad, los operadores del transporte están poniendo de su parte, pero los gobiernos y las autoridades deben redoblar sus esfuerzos para mejorar las condiciones de trabajo y el acceso a la profesión En esta línea, la entidad puso énfasis en dos aspectos que se deben considerar al momento de analizar y buscar soluciones a la problemática de la escasez de conductores: la renovación generacional del sector y la inclusión femenina.

A la luz de las conclusiones que arroja el estudio, la enorme brecha entre conductores jóvenes y veteranos ha ido en aumento “y empeorará mucho más en los próximos cinco años si no se toman medidas significativas”. En Chile, este tema también es una realidad, considerando que la edad promedio de un conductor es de 49 años.

En esta línea, los gremios han indicado que el envejecimiento de los conductores actuales y la poca atracción que sienten los jóvenes por este tipo de actividad, debido a su alto nivel exigencia y la inseguridad creciente en carreteras y vías, se alzan como los factores determinantes. ¿Cuál es la solución? reencantar a los jóvenes con la actividad camionera, una tarea nada fácil; en la cual acciones como simplificar y abaratar el acceso a la profesión, generando incentivos para aquellos jóvenes que deseen ingresar al rubro de carga terrestre podría ser una iniciativa viable.

Al mismo tiempo, la inclusión femenina surge como una solución; considerando que la participación de mujeres en esta actividad es aún muy baja (6% según la OITC). 

En este mismo plano, de acuerdo con lo expuesto por la OICT a nivel global, “Menos del 12% de los conductores tienen menos de 25 años”; lo que supone que la reserva disponible de trabajadores de cada país “podría no ser suficiente para cubrir el déficit” de transportistas de mercancías.

Ante esta situación, la organización ha propuesto que los países que presentan esta escasez de conductores faciliten el acceso de profesionales cualificados de terceros países a la profesión, permitiendo que los países con un excedente de conductores profesionales ayuden a cubrir las carencias cuando sea necesario”. Esta propuesta también ha sido relevada por los gremios en Chile, que urgen a las autoridades para que los procesos de homologación de permisos de conducir extranjeros sean menos burocráticos.

Con todo, la problemática de la escasez de conductores a nivel nacional y mundial es un tema que debe atenderse a la brevedad, y de forma consistente a fin de poder concretar una masa de trabajadores calificados y suficientes para realizar esta actividad.