En los últimos 20 años las empresas han tenido que hacer frente a las crecientes demandas en materia medioambiental y de sostenibilidad. Dentro de ellas, por ejemplo, las nuevas generaciones quieren trabajar en empresas concienciadas con el medio ambiente; de hecho, el 94% de los Gen-Zers piensa que las empresas deberían ocuparse de aspectos medioambientales.

En los últimos años hemos podido evidenciar la transformación que viven las industrias y compañías para adaptarse a un mundo más virtual y automatizado. En ese sentido, las cadenas de suministro no se han quedado atrás y con la ayuda de diversas tecnologías, descubrieron nuevos avances y mejoras para sus procesos diarios.
Una pandemia, el cierre de puertos, conflictos internacionales, inflación y muchas otras interrupciones más obligaron a la industria logística a ser creativa con el fin de liderar y sortear los cuellos de botella.

La minería está viviendo un impulso grande a partir del avance tecnológico, en particular en la región andina. Esta evolución trae aparejados una serie de beneficios para las empresas del sector, como el aumento de la productividad y la competitividad, la reducción de la huella ambiental y mejoras en la transparencia de los proyectos mineros.