Los almacenes, que antes se veían simplemente como un lugar para guardar productos, ahora tienen el potencial para hacer o deshacer la relación de una empresa con sus consumidores. El rápido crecimiento del comercio electrónico y de las demandas de producción impulsadas por las cambiantes expectativas de los consumidores, han obligado a los almacenes a evolucionar para convertirse en epicentros operativos cada vez más eficientes, ágiles, y operativos 24/7. Para esto, las empresas han recurrido a la automatización de la cadena de suministro. De acuerdo con un nuevo estudio de Accenture, esta es la tercera prioridad de inversión de los ejecutivos y tres de cada cinco empresas están recurriendo a la automatización y la robótica.
Simplemente no se sabe qué traerá el nuevo año en términos de desafíos logísticos emergentes. Después de dos años increíblemente desafiantes en la industria de la logística global, dejemos de lado cualquier expectativa de que el panorama, alguna vez, vuelva a la "normalidad".