Las cerezas chilenas se han transformado en un producto muy preciado para los consumidores, especialmente para los chinos, ya que es tradición regalar cerezas como símbolo de buena suerte y prosperidad a familiares y amigos durante la celebración del Año Nuevo Chino. Esto ha incrementado el comercio entre ambos países, beneficiando tanto a los agricultores chilenos como a los consumidores chinos.
Por Christian Weldt, Gerente Senior en Aurys Consulting y líder de la línea de Personas y Cambio