Permanentemente escuchamos sobre el costo y/o gasto logístico en el que las compañías incurren para entregar el nivel de servicio requerido por sus clientes, lo que asoma como uno de los factores de mayor relevancia al momento de analizar la operativa de las empresas.
Durante los últimos 10 años, las líneas navieras han experimentado diversos cambios en un ciclo negativo que pareciera no haber terminado por completo. Hemos visto más consolidaciones, compras, alianzas, fusiones en los últimos tres años que en una década entera. Incluso, fuimos testigos de la quiebra en agosto de 2016 de una de las 10 navieras más grandes del mundo.