Resulta alarmante, pero no sorprendente, que ocho de cada diez empresas chilenas estén experimentando un impacto negativo debido a la crisis de seguridad actual, según datos de la consultora EY. El incendio en el Barrio Meiggs hace unos meses, provocado por un intento de robo a un cajero automático, no es más que la punta del iceberg de una problemática que requiere un cambio radical en nuestro enfoque de la seguridad corporativa.
La tecnología está transformando a las compañías y el mercado laboral, creando nuevas oportunidades de negocio y desarrollo profesional. Con un enfoque en la capacitación y la colaboración, tanto empleadores como trabajadores, pueden aprovechar al máximo esta revolución.