En un contexto de incertidumbre política, con cambios en la capacidad de fabricación y volúmenes de datos que avanzan tan rápido que es casi imposible seguirles el ritmo, la función de la cadena de suministro es cada vez más visible e implica una mayor responsabilidad. Esta vital área de negocio, además de estar asociada con expectativas de eficiencia operativa y reducción de costos, también es necesaria para cumplir los compromisos de rendimiento estratégico y de conformidad.
Menos errores y procesos más estandarizados, sumado a una menor necesidad de supervisión y a un control total de la cadena logística gracias al monitoreo en tiempo real de diferentes indicadores de desempeño, permiten mejorar la eficiencia de la industria.