Ayer mi hija me pidió el auto para ir donde una amiga y cuando le dije que fuera con mucho cuidado me dijo: “Tranquilo, ya no está lloviendo”, la verdad es que quedé más preocupado aún.
Cierres, contenedores varados, barcos que esperan varias semanas fuera de las terminales mientras que las cadenas de suministro se esfuerzan por mantener el ritmo. Este ha sido el escenario en el comercio mundial desde principios de 2020, cuando la pandemia de COVID 19 afectó a los fabricantes en todo el mundo y provocó una demanda récord de los consumidores, lo que saturó la capacidad de la cadena de suministro. Como resultado, empresas de todo el mundo se han enfrentado a suministros retrasados y estanterías vacías.